Las empresas reducen en más de un 30% la contratación de roles automatizables mientras la IA redefine el mercado laboral. Este cambio genera oportunidades y desafíos para trabajadores, empresas y gobiernos en todo el mundo.

Un informe reciente de Revelio Labs y datos de múltiples consultoras confirman que, desde 2022, las empresas han reducido en un 31% la contratación de puestos potencialmente automatizables. Este fenómeno afecta principalmente a roles administrativos, técnicos de soporte, entrada de datos, y otros trabajos repetitivos donde la IA puede sustituir o asistir gran parte de las tareas.

En el sector tecnológico, la contracción es aún más notoria: las grandes compañías redujeron entre un 25% y 40% sus planes de contratación de perfiles junior. Empresas como Salesforce reconocen que la IA ya cubre hasta un 50% del trabajo en áreas de atención al cliente, marketing y operaciones internas. Amazon, por su parte, ha redistribuido equipos completos hacia funciones de entrenamiento de modelos, dejando en pausa cientos de vacantes que antes se consideraban críticas.

Según un análisis de Business Insider, los empleos de oficina —aquellos tradicionalmente considerados estables— registraron una baja del 12,7% en vacantes durante los primeros meses de 2025, frente a un 11,6% en puestos de manufactura y oficios manuales. Esto sugiere que la automatización amenaza primero a los llamados "white-collar" o trabajadores de cuello blanco.

Expertos del World Economic Forum y consultoras de RRHH advierten que la transformación no implica solo despidos o reducción de contrataciones: más del 70% de las empresas encuestadas planean crear nuevos roles vinculados a IA y gestión de datos en los próximos 5 años. Se estima que la IA eliminará unos 9 millones de empleos globalmente hacia 2030, pero podría generar hasta 11 millones de nuevos puestos, especialmente en sectores que requieran supervisión humana, creatividad, liderazgo y ética.

"Estamos viendo una revolución similar a la de la automatización industrial del siglo XX, pero a una velocidad mucho mayor", explica Marta Jiménez, consultora de tendencias laborales. "Las habilidades humanas como la empatía, la adaptabilidad y la capacidad de trabajar junto a sistemas inteligentes son ahora el factor clave de empleabilidad".

Gobiernos y sindicatos discuten medidas para proteger a los trabajadores afectados y acelerar la reentrenamiento en habilidades digitales y blandas. En Europa y Estados Unidos, se proponen incentivos fiscales para empresas que inviertan en formación de personal y reducción de jornada para compensar la irrupción de la automatización.

Mientras tanto, la discusión ética se intensifica: ¿cómo garantizar un reparto equitativo de los beneficios de la IA? ¿Cómo evitar sesgos y discriminaciones que las máquinas podrían amplificar? Estas preguntas se vuelven tan urgentes como la reconversión del mercado laboral.

Conclusión: la IA ya está cambiando las reglas de juego. Si bien las contrataciones en roles automatizables caen, se abren nuevas oportunidades para quienes desarrollen habilidades complementarias y humanas. El futuro del empleo dependerá tanto de la tecnología como de las decisiones políticas, empresariales y sociales que tomemos hoy.